Me tomo la pequeña osadía de poner aquí un poema que he descubierto y que me ha llegado en un momento de mi vida en que esas palabras las conozco y las siento..en un momento de mi vida en que me dispongo a transitar pasajes inevitables en la vida…este muchacho tiene una sensibilidad exquisita…y es alguien muy especial en mi vida,aunque él no lo sepa,y además ,se la traerá al fresco…Quizá porque desprecié su sensibilidad…como siempre he despreciado la mía propia…y me enamoré..y a lo mejor él también,pero había un mar de por medio entre nosotros,nunca mejor dicho…así que me olvidé de aquello…y él me esperaba al año siguiente…y yo que había ligado con uno de Barcelona perdido en un pueblo de la Mancha….y por eso no sé si le gustaría que me tomase esa confianza de tomar uno de sus “hijos” y compartirlo con vosotros.En fin ,él lo expresó muy bien cuando me dijo “lo que no nos sucede ,no debe sucedernos nunca” y en eso, le doy toda la razón… Los hombres son criaturas de una sensibilidad abrumadora…
CONTRA EL FIN
No podrás resistirte
—no, al menos, durante mucho tiempo
más— a ese empuje indómito, imparable,
de las cosas que amas y te aman:
la herida que no curará jamás,
el poema sin traducir,
el charco en el que yace el cielo enajenado.
Entrégate, cuanto antes, al rumor
que arrastran
y al rumor que dentro de ti suena
como un huracán. Y defiende el reino
que te acaba de llegar a las manos.
Vuelve estas manos a la luz que cae:
recógela, es tuya.
Tuyo es hoy, como nunca, todo esto.
Te dejas
llevar al ritmo de una ola
que viene de muy lejos, flotas
en ella. Has tocado en las páginas
de un libro una perla
que brillaba con toda ingenuidad
desbordándose por los márgenes.
Parece que es así,
que ha de ser por los márgenes,
por donde van con más gracia y más altas,
tus palabras, por donde
por vez primera arden en secreto
las hojas del naranjo,
crujen las zarzas secas del lenguaje,
se erizan las palmeras en su pálpito.
Entrégate. Sepulta en esta arena
la muerte o el olvido o el rencor. Y levántate
y mira de frente al mar y lárgate
de aquí tan pronto como puedas,
en dirección contraria al viento
si fuese necesario. Antes que la primera
sombra avise del fin, por las orillas
y por el mar de fondo márchate
y no dejes que nada ensucie este momento.
ANDRÉS GARCÍA CERDÁN (Fuenteálamo -Albacete-, 1972) es autor de los poemarios Los nombres del enemigo (1997), Los buenos tiempos (1999), La cuarta persona del singular (2002), Curvas (2009) y Carmina (2011). Ha estudiado la poesía de Julio Cortázar en La realidad total (2010). Con la banda de punk rockLeñadores ha editado Grizzly! (2013).